Este enfoque está centrado, en primer lugar, en el estudio de la conducta externa o manifiesta y en las relaciones funcionales de ésta con los estímulos del medio (tanto antecedente como consecuente de la misma). La Conducta, tanto normal como anormal, es principalmente una consecuencia del aprendizaje en las condiciones sociales del medio.
La mayoría de los psicólogos
de la época creían estar estudiando procesos mentales en un mundo mental de
conciencia y, naturalmente, no estaban inclinados a estar de acuerdo con
Watson. Los primeros conductistas perdieron mucho tiempo y confundieron un punto
de importancia central cuando atacaron el estudio introspectivo de la vida
mental. El mismo Watson había hecho importantes observaciones del
comportamiento instintivo, y realmente fue uno de los primeros otólogos en el
sentido moderno de la palabra; pero se impresionó enormemente con la nueva
evidencia de lo que podía aprender a hacer un organismo, e hizo algunas
declaraciones bastante radicales esa cerca del potencial del ser humano recién
nacido.
Dado que la conducta aprendida de este modo no necesita de la conciencia ni parece consecuencia de actos voluntarios y deliberados, se suele indicar que el condicionamiento describe las conductas automáticas o mecánicas de los organismos -incluido el hombre.
Una de las notas distintivas del conductismo es su afán por explicar toda la conducta humana en términos de condicionamiento, cayendo en explicaciones reduccionistas y mecanicistas que la historia de la psicología ha mostrado no siempre adecuadas.
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